La empresa en cuestión, Walmart, ha anunciado que suspenderá sus programas de capacitación en equidad racial y revisará sus políticas sobre diversidad en los proveedores. Esta decisión marca un cambio significativo en la dirección de la empresa, que anteriormente había impulsado una serie de acciones para aumentar la representación de minorías en su cadena de suministro y en su fuerza laboral.
Según fuentes cercanas a la empresa, "la decisión de Walmart se debe a la presión de grupos conservadores que han manifestado su desaprobación por las iniciativas DEI de la empresa". Esto ha generado un debate sobre la influencia de los movimientos conservadores en las políticas corporativas y la importancia de la inclusión en el lugar de trabajo.
Entre las medidas que Walmart ha anunciado se encuentran:
- La suspensión de su compromiso filantrópico de cinco años, que implicaba una inversión de 100 millones de dólares en el Centro de Equidad Racial.
- La evaluación de su apoyo a eventos del Orgullo LGBTQ+.
- La revisión de la venta de productos dirigidos a menores relacionados con temas sexuales o transgénero en su plataforma en línea.
El activista conservador Robby Starbuck se ha atribuido la influencia en la decisión de Walmart. Starbuck ha criticado públicamente las políticas inclusivas, acusándolas de ser divisivas.
Esta tendencia de retroceso en las políticas DEI ha generado un debate sobre la importancia de la inclusión en el lugar de trabajo y las consecuencias negativas que puede tener para las empresas que abandonan estos programas.