Además, aproximadamente 1,5 millones de residentes fueron desplazados en áreas de Beirut y otras localidades donde tiene influencia Hezbolá.
Con el inicio del alto el fuego, muchos de los desplazados regresaron a casa, generando un gran atasco en la autopista que conecta la capital, Beirut. Los vehículos estaban cargados con las pertenencias de sus ocupantes en el techo. Otros regresaron en automóviles y motocicletas a otras localidades afectadas, como Sidón o Tiro.
El estado de ánimo de los habitantes del sur del Líbano iba desde la celebración por el fin de las hostilidades hasta la tristeza de aquellos que han visto dañadas o destruidas sus propiedades. "Hoy hay sentimientos encontrados de tristeza y alegría. La guerra terminó hace dos horas, pero la crisis humanitaria está empezando a desarrollarse con cientos de automóviles transitando hacia el sur del Líbano", explicó Ali Hijazi, uno de los residentes desplazados.
Al regresar, algunos residentes se encontraron con edificios en ruinas donde antes estaban sus hogares. "Nos dieron un aviso y nos fuimos. La siguiente noche vimos la casa y era un desastre, pero estaba en pie. Y una noche después, no quedaba nada. Estamos vivos, pero no nos sentimos bien", lamentaba una joven residente de Beirut.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dijo que Israel no dudaría en atacar si Hezbolá incumple alguna parte del acuerdo de cese al fuego. "Si Hezbolá viola el acuerdo e intenta armarse, atacaremos. Si intenta reconstruir infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos".
La "debilidad" de Hezbolá tras el conflicto preocupa a Irán, país que es su principal patrocinador. Teherán quiere "preservar" la posición interna del grupo en el Líbano, según el exenviado de Estados Unidos a Oriente Medio, Dennis Ross. Habiendo perdido a todos sus líderes en ataques de Israel, Hezbolá "tardará mucho tiempo en recuperarse", dijo Ross.
Los últimos 13 meses de violencia se iniciaron cuando Hezbolá comenzó a disparar cohetes contra Israel un día después de que su aliado Hamás llevara a cabo un brutal ataque en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1.200 personas y unas 250 fueron tomadas como rehenes.