"Era una técnica dura, pero necesaria. No se trataba de reprimir, sino de dominar el lenguaje corporal hasta el último gesto", confesó la actriz, revelando cómo ese detalle aparentemente trivial se convirtió en piedra angular de su método actoral.
Ahora, con más de tres décadas de trayectoria, Vieth demuestra en "La loca del Reforma" por qué ese rigor temprano dio frutos. La película, disponible desde este domingo en plataformas digitales, no es solo un vehículo para su talento, sino una metáfora de las batallas que enfrentan las actrices en la industria:
- Rodada en Matamoros antes del caos pandémico
- Protagonizada junto a Mick García, rostro conocido de las telenovelas
- Dirigida por Ana Caché Torres, continuando la ola de directoras que rompen techos de cristal
Mientras el público descubre esta faceta cinematográfica de Vieth, el recuerdo de aquellas clases con Sheridan sigue presente. "Al principio pensé que era una tortura adolescente. Hoy entiendo que era el entrenamiento perfecto", admitió sobre una técnica que, sin saberlo, la prepararía para escenas donde cada microexpresión cuenta. La cinta ya está lista para poner a prueba ese legado.
