Haití, un país que lucha contra la inseguridad y la violencia, se prepara para un nuevo estado de emergencia que entrará en vigor el próximo domingo 22 de diciembre y se extenderá hasta el 21 de enero de 2025. Esta medida, decidida por el Consejo de Ministros bajo la presidencia de Leslie Voltaire y con la asistencia del primer ministro Alix Didier Fils-Aimé, busca facilitar las intervenciones de la Policía Nacional Haitiana (PNH) en la lucha contra el crimen y la crisis alimentaria.
La decisión llega tras una serie de eventos que han sacudido al país. Entre ellos, destaca el incendio del Hospital Bernard Mevs, atribuido a pandilleros liderados por el expolicía Jimmy Cherisier, alias "Barbecue". Este acto, ocurrido en la carretera al aeropuerto Toussaint Louverture, es solo una muestra de la escalada de violencia.
El analista Lautaro Rivara aporta una perspectiva clave sobre el debilitamiento de la PNH. “En el reverso del empoderamiento de las bandas está el debilitamiento de la propia policía nacional. En 2023, un plan migratorio de la administración Joe Biden redundó en que 3.000 agentes, más de un cuarto de toda la fuerza, abandonasen Haití con rumbo a los Estados Unidos”, recalcó Rivara. Esta significativa reducción de personal policial ha dejado un vacío que las bandas criminales aprovechan sin cesar.
Además del éxodo de policías, Rivara señala otros factores que contribuyen a la crisis:
- La complicidad de elementos de la policía nacional dominicana, involucrada en la venta de 900.000 proyectiles a paramilitares haitianos, según la 'Operación Pandora'.
- El narcotráfico como fuente de financiamiento del crimen organizado.
- La extorsión a la población civil.
- El control de la terminal portuaria de Varreux, vital para el suministro de combustible al país.