El buque en cuestión, el Ursa Major, un carguero de 466 pies de eslora, propiedad de Oboronlogistika, una compañía sancionada por Estados Unidos en 2022 por sus vínculos con el ejército ruso, se hundió entre España y Argelia tras una explosión en su sala de máquinas. El suceso, confirmado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, dejó un saldo de dos tripulantes desaparecidos, mientras que 14 fueron rescatados y trasladados a España.
Videos difundidos muestran al Ursa Major escorado peligrosamente, con la popa sumergida, antes de sucumbir a las olas. Según información de la empresa, el barco transportaba grúas con destino a Vladivostok, Rusia. Sin embargo, Oboronlogistika no ha emitido comentarios sobre la explosión.
La investigación sobre las causas del siniestro está en marcha. La embajada rusa en España, según la agencia estatal RIA Novosti, está en contacto con las autoridades españolas para esclarecer los hechos. El Ursa Major, que zarpó de San Petersburgo el 11 de diciembre, emitió su última señal alrededor de las 10 pm del lunes en la zona donde se hundió.
Un dato relevante es que el Ursa Major navegaba por una zona cercana a otro barco ruso sancionado, el Sparta. Ambos buques fueron vistos la semana pasada transitando por el Canal de la Mancha, supuestamente bajo escolta. La inteligencia militar ucraniana (HUR) informó hace unas semanas que el Sparta se dirigía a la base naval rusa en Tartus, Siria, para el traslado de equipo militar. Esto se da en el contexto del cambio de régimen en Siria y las implicaciones para la presencia militar rusa en la región.
La coincidencia geográfica y temporal de ambos buques, junto con el historial de Oboronlogistika transportando carga a Tartus, añade una capa de intriga al incidente. Tartus y la base aérea de Khmeimim son cruciales para las operaciones rusas en el Mediterráneo y África. La caída de Assad ha generado un significativo reto logístico para Moscú en países como Libia, Mali, República Centroafricana y Burkina Faso, que dependen de estas instalaciones.
Un alto funcionario del Kremlin declaró el lunes que Rusia se encuentra en conversaciones con el nuevo gobierno sirio sobre el futuro de sus instalaciones militares en el país, tanto a nivel diplomático como militar.