El foco de atención se centra en Santa Cruz, California, a unos 112 kilómetros al sur de San Francisco. Allí, una tormenta con vientos huracanados azotó la costa central, generando un oleaje excepcionalmente poderoso.
Fue en medio de este furioso espectáculo natural que ocurrió un hecho que dejó a todos con el aliento suspendido: el colapso parcial de un muelle en construcción. Este muelle, en proceso de renovación por 4 millones de dólares tras las devastadoras tormentas del invierno pasado, sufrió daños significativos en su extremo.
El alcalde Fred Keeley confirmó que dos personas fueron rescatadas del agua por los socorristas del Departamento de Bomberos de Santa Cruz, mientras que una tercera logró llegar a un lugar seguro por sus propios medios. Afortunadamente, ninguna sufrió heridas de gravedad, según las autoridades.
“Estás arriesgando tu vida y la de las personas que tendrían que intentar salvarte al meterte o acercarte demasiado al agua,” advirtió la oficina del Área de la Bahía del Servicio Meteorológico Nacional.
David Johnston, propietario de Venture Quest Kayaking, describió la situación como “una catástrofe para los que están al final del muelle.” El incidente ocurrió alrededor de las 12:45 p.m., hora local, cuando aproximadamente 45 metros del extremo del muelle se desplomaron al océano.
Según Tony Elliot, jefe del Departamento de Parques y Recreación de Santa Cruz, la sección colapsada incluía baños públicos y el restaurante Dolphin, que estaba cerrado en ese momento. Esta parte del muelle, ahora a la deriva, se desplazó aproximadamente 0.8 kilómetros costa abajo, varando en el fondo del río San Lorenzo.
La investigación posterior reveló que las personas afectadas eran dos ingenieros y un director de proyecto que inspeccionaban el muelle. No había público presente en el área durante el incidente. Las autoridades confirmaron que el gobernador Gavin Newsom fue informado de la situación y que la Oficina de Servicios de Emergencia del estado está coordinando acciones con los funcionarios locales.
El Servicio Meteorológico emitió una advertencia sobre las marejadas ciclónicas, anticipando olas de hasta 18 metros de altura. Además, se prevén condiciones peligrosas a lo largo de la costa oeste, extendiéndose hacia Oregón y Washington, con olas de hasta 9.1 metros y vientos que podrían alcanzar los 130 kph.
Actualmente, se evalúa la integridad estructural del resto del muelle de Santa Cruz, mientras que los peligrosos pilotes que permanecen en el océano representan un riesgo considerable para la navegación. Este incidente se suma a los daños sufridos por otros muelles en la zona, como el del Seacliff State Beach, afectado irremediablemente el año pasado.