Aunque la imagen idílica se ve opacada, la respuesta a la emergencia está en marcha, movilizando esfuerzos a gran escala. El incidente involucra a dos petroleros, el Volgoneft 212 y el Volgoneft 239, ambos con más de 50 años de antigüedad y adaptados para navegar en aguas abiertas después de una vida en ríos. El pasado 15 de este mes, cerca del estrecho de Kerch, una tormenta azotó las embarcaciones, resultando en un desastre ecológico de considerables proporciones. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la magnitud del daño es "muy grande", requiriendo una respuesta contundente.
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el evento como un "desastre ecológico," mientras el Ministerio de Situaciones de Emergencia coordina la limpieza. Se estima que cerca del 40% del petróleo transportado por los buques, alrededor de 9,200 toneladas, se derramó en el mar. Las consecuencias son devastadoras: hasta 200,000 toneladas de suelo costero podrían estar contaminadas, según el ministro de Recursos Naturales, Alexandr Kozlov.
Más de 9,500 personas, entre especialistas y voluntarios, trabajan incansablemente en la limpieza. Hasta el momento han retirado 21,000 toneladas de suelo contaminado. El trágico suceso dejó un saldo lamentable: trece tripulantes rescatados y un fallecido en el Volgoneft 212. La investigación preliminar apunta a las fuertes ráfagas de viento y el oleaje como posibles causas del accidente.
Las consecuencias de este derrame son complejas y de largo alcance. Se espera un impacto devastador en la vida marina:
- Contaminación de peces y organismos acuáticos.
- Afectación a aves marinas por pérdida de impermeabilidad de sus plumas.
- Daños a mamíferos marinos por irritación cutánea e inhalación de gases tóxicos.
- Destrucción de ecosistemas sensibles como manglares y arrecifes de coral.
- Disminución de oxígeno en el agua, creando zonas hipóxicas.
Además del impacto ambiental, se prevén graves consecuencias económicas y sociales para las comunidades costeras, especialmente en el sector pesquero y turístico, altamente dependientes del buen estado del Mar Negro. La recuperación será un proceso largo y complejo, que requerirá importantes recursos y esfuerzos a largo plazo.