Nos referimos al Programa de Parole Humanitario, implementado en octubre de 2022 por la administración Biden para facilitar el ingreso legal de ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV). Sin embargo, las últimas cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) revelan una realidad preocupante.
En noviembre de 2024, solo se aprobaron 50 casos, ninguno de ellos cubano. Simultáneamente, se cancelaron 680 autorizaciones de vuelo, impactando principalmente a la comunidad haitiana. Estos datos, obtenidos del portal web Martí Noticias, pintan un panorama de estancamiento casi total.
Desde su creación, el programa ha autorizado la entrada a 531,670 personas, un incremento mínimo en comparación con el mes anterior. Esta situación ha generado un clima de desasosiego entre los solicitantes, especialmente entre los cubanos, donde el número de autorizaciones cayó de 110,980 a 110,970 en noviembre, con las llegadas manteniéndose en 110,240.
La situación se complica aún más con la decisión de la administración Biden de no renovar el programa. Esta medida, anunciada en medio de la contienda electoral, busca, según sus defensores, reducir la migración a Estados Unidos. Esta decisión ha generado especulaciones sobre el futuro de los miles de solicitantes que ya han completado sus formularios I-134A, quienes se enfrentan a la posibilidad de que sus casos queden en el limbo.
El panorama se vuelve más complejo considerando el contexto. La administración Biden ha gestionado más de 11 millones de entradas de extranjeros indocumentados durante su mandato, de acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En el año fiscal 2024, se registraron 2,901,142 ingresos de indocumentados, una cifra menor al año anterior gracias a otros programas como Movilidad Segura y CBP One, pero aún significativa.
En el caso específico de Cuba, las cifras son alarmantes. A pesar del incremento de 20,000 llegadas de cubanos en el año fiscal 2024 en comparación con el 2023 (217,615 vs 200,287), la situación dista de ser ideal, incluso con el programa del "Parole Humanitario" en funcionamiento.
"El Parole Humanitario, que en sus inicios prometía una vía segura y ordenada para la migración, ahora parece condenado a desaparecer," afirma un análisis periodístico.
El estancamiento, según reportes de una comisión del DHS, se inició en agosto tras denuncias de fraude masivo, lo cual ha provocado una paralización casi total del proceso. La incertidumbre, por lo tanto, es el principal sentimiento que impera entre los solicitantes, mientras esperan respuesta sobre su futuro en un contexto de cambio de administración.