Pero, ¿qué ocurre cuando ese engranaje se desajusta? En Lakeville, Massachusetts, la tranquilidad de un bosque se vio interrumpida el 22 de diciembre. Un oficial de policía, durante su recorrido, se encontró con una escena inusual: tres grandes bolsas repletas de paquetes de Amazon, abandonadas sin vigilancia alguna a lo largo de Bedford Street. Aproximadamente 80 paquetes, según el recuento del jefe de policía Matthew Perkins, yacían dispersos en la zona boscosa.
Las bolsas, rápidamente aseguradas y trasladadas a la comisaría, revelaron un misterio que se resolvería al día siguiente. Un repartidor se presentó en las instalaciones policiales para explicar lo sucedido. Según sus declaraciones, “estaba estresado” y por esta razón había dejado los paquetes a un costado del camino.
El conductor tenía la intención de reportar el incidente a sus superiores. Por su parte, la policía contactó al centro de distribución de Amazon en la zona, coordinando así la devolución de los paquetes a la empresa. El jefe Perkins aclaró que, por el momento, no se están considerando cargos criminales, calificando el incidente como un asunto de recursos humanos para Amazon.
El incidente pone de manifiesto las presiones a las que se enfrentan los trabajadores de reparto durante la temporada alta. La cantidad de paquetes, el cumplimiento de plazos ajustados y la exigencia de un servicio impecable, pueden generar un considerable estrés. Este caso, sin duda, genera interrogantes sobre la gestión del estrés laboral y las medidas de apoyo que las empresas de reparto deberían ofrecer a sus empleados.