Las acciones de Tesla experimentaron una caída significativa tras la publicación de su informe de producción y entregas del cuarto trimestre de 2024. La noticia central: por primera vez en su historia, la compañía registró una disminución en sus entregas anuales de vehículos. En concreto, se reportaron 1,789,226 entregas totales en 2024, una cifra inferior a las 1.81 millones registradas en 2023.
El cuarto trimestre, con 495,570 entregas y 459,445 unidades producidas, tampoco superó las expectativas. Analistas de StreetAccount estimaban alrededor de 504,770 entregas, mientras que una estimación interna de Tesla, basada en 26 analistas, se acercaba a las 506,763 unidades. Incluso la predicción independiente de Troy Teslike, un reconocido analista del sector, apuntaba a 501,000 entregas.
Este descenso contrasta con el auge experimentado por las acciones de Tesla a finales de año, con un incremento del 63% en 2024 y un récord histórico alcanzado a mediados de diciembre. Sin embargo, la situación es más compleja de lo que parecen estos datos, pues esta tendencia positiva siguió a un primer trimestre particularmente difícil, con una caída del 29% en el valor de sus acciones y una disminución en las ventas a pesar de los recortes de precios e incentivos.
Otro factor importante que influyó en el desempeño de Tesla durante la segunda mitad del año fue la participación activa del CEO, Elon Musk, en la campaña electoral del presidente electo, Donald Trump. Musk, quien también dirige SpaceX y xAI, además de poseer la red social X, invirtió aproximadamente $277 millones en la campaña y dedicó semanas a recorrer estados clave. Su nombramiento para coliderar un grupo asesor de la administración Trump, enfocado en la reducción del gasto público, también ha generado debate sobre su impacto en las operaciones de Tesla.
La creciente competencia en el mercado de vehículos eléctricos también juega un papel crucial. Si bien Tesla aún conserva ventajas en aspectos como su red de carga, según Patrick George, editor de InsideEVs, la compañía enfrenta desafíos operativos significativos. A esto se suma la acumulación de inventario del nuevo Cybertruck, cuyo precio inicial de $80,000 podría estar limitando su demanda.
El mercado europeo, con una caída del 14% en las ventas entre enero y noviembre (283,000 vehículos), y el chino, donde el crecimiento del Model Y no se compara con el crecimiento general del mercado de vehículos eléctricos (superado por BYD), reflejan los retos a los que se enfrenta la empresa. En Norteamérica, Tesla mantiene un dominio relativo, aunque la acumulación de inventario y las medidas tomadas por la empresa, como el paro temporal de la línea de ensamblaje del Cybertruck, indican ajustes en su estrategia.
De cara al 2025, Tesla proyecta un crecimiento del 20% al 30% con la introducción de vehículos de menor costo y autónomos. Sin embargo, la información disponible deja abierta la pregunta sobre la capacidad de la empresa para superar los desafíos que se le presentan, y cual será el impacto de las decisiones tomadas en el futuro cercano.