Elon Musk, el reconocido magnate detrás de Tesla y SpaceX, ha estado en el centro de la conversación. Su creciente popularidad entre los jóvenes británicos, según datos de Savanta, no es un fenómeno aislado. Musk, cercano al presidente electo Donald Trump, ha intensificado su activismo político, generando reacciones a ambos lados del Atlántico.
Sus intervenciones en la red social X, antes Twitter, han causado revuelo. Desde el llamado a la renuncia del primer ministro británico Keir Starmer, hasta su apoyo a figuras como el activista Tommy Robinson y el líder del partido Reform UK, Nigel Farage, con quien se reunió recientemente, su influencia se extiende.
Musk, a pesar de promover la inmigración legal basada en méritos, ha expresado su preocupación por casos como la explotación sexual infantil en el norte de Inglaterra. Esto, junto con su postura sobre el funcionamiento de la Comisión Europea, lo ha posicionado como una figura controversial en el escenario europeo.
Sus interacciones con líderes de la derecha europea, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán, y su apoyo al partido AfD en Alemania, han generado acusaciones de injerencia. Incluso calificó de "dictadores" a los jueces constitucionales rumanos tras la anulación de elecciones presidenciales, en medio de sospechas de influencia rusa.
El apoyo a figuras políticas como la primera ministra italiana Giorgia Meloni, refuerza la percepción de su influencia en la política conservadora. Algunos expertos como Ilan Kapoor, profesor de la Universidad de York en Toronto, sugieren que las iniciativas políticas de Musk están estrechamente relacionadas con sus intereses económicos. "Musk y Trump creen que la democracia...se interpone en el camino de los negocios," señala Kapoor.
La reacción no se ha hecho esperar. La Comisión Europea, preocupada por el posible uso de X para movilizar a la extrema derecha, investiga a la plataforma, exponiéndola a posibles multas. Incluso, una excomisaria europea lo calificó de "promotor del mal". Expertos del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), José Ignacio Torreblanca y Giorgios Verdi, anticiparon que Musk podría usar su plataforma para perjudicar a los líderes europeos críticos con X.
El debate sobre la línea entre el mundo empresarial y la política sigue abierto, con la figura de Elon Musk como un catalizador de la discusión y foco de atención global.