Aunque la Casa Blanca emitió un comunicado detallando la lista completa de galardonados – un grupo diverso que incluye figuras del deporte, el espectáculo y la filantropía – dos nombres en particular han acaparado la atención: Hillary Clinton y George Soros. Su inclusión ha desatado una ola de críticas, principalmente desde sectores conservadores.
El comunicado de la Casa Blanca destaca la "historia hecha muchas veces a lo largo de décadas en el servicio público" de Hillary Clinton, mencionando su trayectoria como senadora, primera dama y candidata presidencial. Sin embargo, se omiten aspectos controversiales de su gestión como Secretaria de Estado, incluyendo las críticas sobre su manejo de la situación en Libia y el uso de un servidor de correo electrónico privado.
Por otro lado, la filantropía de George Soros, a través de sus fundaciones Open Society, es descrita por la Casa Blanca como una fuerza que "ha fortalecido la democracia, los derechos humanos, la educación y la justicia social." No obstante, críticos acusan a Soros de financiar a fiscales progresistas, lo que, según ellos, ha contribuido al aumento de la delincuencia en ciudades con gobiernos demócratas.
La controversia no se limita a la opinión pública. Elon Musk, por ejemplo, calificó la decisión como "una farsa", compartiendo un fragmento de una entrevista donde expresa su opinión negativa sobre Soros. Otras personalidades públicas y usuarios de redes sociales han expresado su descontento, generando un intenso debate online.
Entre los demás galardonados se encuentran figuras como:
- Denzel Washington
- Bono
- Michael J. Fox
- Lionel Messi
- Robert F. Kennedy (póstumamente)
La ceremonia de entrega de la Medalla Presidencial de la Libertad de este año ha trascendido la simple celebración de logros individuales, convirtiéndose en un reflejo de las profundas divisiones políticas que caracterizan al panorama actual.