Alrededor de las 11:15 am, agentes del ICE (Inmigración y Control de Aduanas) intentaron acceder a las instalaciones escolares. Sin embargo, la respuesta del director fue inmediata y contundente: se les negó la entrada. Según fuentes oficiales, el protocolo de seguridad se activó sin problemas, priorizando la seguridad de todos los presentes.
"CPS continuará protegiendo a nuestros estudiantes y sus familias de acuerdo con la Ley TRUST de Illinois y la Ordenanza de Ciudad Acogedora de Chicago," declaró un funcionario escolar, enfatizando el compromiso del distrito con la protección de su comunidad estudiantil. Esta postura fue respaldada por la presidenta del sindicato de docentes de Chicago, Stacy Davis Gates, quien calificó el evento como "sin precedentes" en una rueda de prensa posterior.
Tanto las autoridades de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) como la CTU (Chicago Teachers Union) reiteraron que las escuelas son espacios seguros y que la institución no solicita información sobre el estatus migratorio de los estudiantes o sus familias. Además, se recalcó que el ingreso de agentes del ICE requiere una orden judicial válida, condición que en este caso no se cumplió.
Es importante destacar que la Policía de Chicago no fue notificada previamente sobre la presencia de los agentes del ICE. Cabe mencionar que, hasta el momento, el ICE no ha emitido ninguna declaración oficial al respecto. El incidente, sin duda, reabre el debate sobre la presencia de las autoridades migratorias en entornos educativos, especialmente a la luz de las políticas migratorias implementadas por la administración Trump.
La situación, a pesar de su resolución rápida y eficiente, deja abierta una serie de interrogantes sobre los protocolos de seguridad y el acceso a las escuelas en situaciones similares. La tranquilidad retornó a Hamline, pero el eco de este acontecimiento permanecerá como un recordatorio de las tensiones presentes en la sociedad.