El impacto se siente a diferentes niveles, y la incertidumbre se extiende entre los empleados. El centro de la situación se encuentra en un memorando emitido el viernes pasado por el director interino de la Oficina de Gestión de Personal de Estados Unidos. En él, se ordena a los directores de agencia que, "en la medida máxima permitida por la ley, tomen medidas para despedir a todos los cargos y oficinas de DEI, DEIA y 'justicia ambiental' en un plazo de 60 días." Se trata de Donald Trump y su administración, acelerando planes previamente anunciados para desmantelar programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
Si bien no se han dado cifras exactas sobre el número de empleados afectados, la medida ya ha generado revuelo. La Casa Blanca mantiene silencio sobre el alcance real de los despidos. La dificultad radica en las protecciones laborales existentes para empleados de carrera, lo que podría dificultar el proceso. Además, una orden anterior, emitida el martes, colocó a los trabajadores en roles de DEI en licencia administrativa paga, generando mayor incertidumbre.
La situación se intensifica con reportes de correos electrónicos enviados a empleados federales, advirtiendo sobre "consecuencias adversas" por intentar ocultar iniciativas de DEI, según información de NBC News. Estas acciones se enmarcan dentro de una orden ejecutiva firmada por el presidente Trump, calificando los programas de DEI como "radicales y derrochadores". La medida incluso va más allá, con la revocación de una orden ejecutiva de décadas de antigüedad que prohibía la discriminación por parte de contratistas federales.
El impacto se observa en la eliminación de contenido relacionado con DEI de varios sitios web gubernamentales. El Departamento de Seguridad Nacional, por ejemplo, ha archivado una página dedicada a la "diversidad inclusiva". Similarmente, el Departamento de Educación ha disuelto consejos, suspendido personal y eliminado materiales. Esta tendencia se repite en el Departamento de Estado, el Departamento de Trabajo, el Departamento de Comercio, e incluso la Galería Nacional de Arte, entidad que recibe fondos federales, ha cerrado su oficina dedicada a la inclusión.
El alcance de esta reestructuración y sus consecuencias a largo plazo aún se desconocen, y el panorama para los empleados federales involucrados permanece en constante evolución.