La secuencia de eventos comenzó el domingo, poco después de la 1:45 p.m., cuando la policía de Melissa recibió una alerta sobre un posible fugitivo en su jurisdicción. La información clave: un vehículo sospechoso, rastreado mediante lectores automáticos de matrículas en Anna, fue avistado en el estacionamiento del conocido establecimiento de conveniencia a la altura de la Central Expressway (Hwy 75).
El vehículo, con Pierson McKinnley Anthony, de 25 años, como pasajero, no pasó desapercibido. Tras una “detención por delito grave de tráfico de alto riesgo”, Anthony se entregó sin resistencia. Curiosamente, el conductor del vehículo también fue detenido, debido a una orden de arresto por delito grave relacionada con la fuga. El motivo de la detención del conductor se vincula directamente a la evasión de la justicia del pasajero.
Anthony, según el Departamento Correccional de Alabama, escapó el sábado por la noche de un centro de detención en el condado de Marion. “Está cumpliendo 16 años de prisión por agresión en primer grado”, según reportes de medios locales. Su arresto, en un lugar tan concurrido como un Buc-ee's, causó revuelo entre la población y ha sido destacado como un éxito por las fuerzas del orden.
El Jefe de Policía de Melissa, Erik Stokes, destacó en un comunicado: “Esta aprehensión exitosa resalta la importancia de la comunicación entre agencias y la dedicación de nuestros oficiales para mantener segura a Melissa”. Ambos sospechosos fueron trasladados a la cárcel del condado de Collin, aguardando su extradición a Alabama. El incidente deja en evidencia la capacidad de respuesta de las autoridades y la efectividad de la tecnología de rastreo vehicular en la captura de fugitivos.