En un giro inesperado, Donald Trump, durante su presidencia, firmó una orden ejecutiva que restringe el financiamiento federal a escuelas que impartan ciertos tipos de educación. Esta medida, que ha generado controversia, se centra en lo que la administración define como “adoctrinamiento” con “ideologías antiestadounidenses”.
La orden ejecutiva, dirigida a instituciones educativas que atienden a estudiantes de entre 5 y 18 años, específicamente menciona la “teoría crítica de la raza” y la “ideología de género radical” como ejemplos de contenidos considerados inapropiados. El documento argumenta que estos temas vulneran "las leyes de derechos civiles contra la discriminación y usurpan la autoridad básica de los padres."
El término “teoría crítica de la raza”, aunque usado por la administración Trump para englobar una amplia gama de materiales educativos, tiene un significado específico en el ámbito académico. Se refiere al estudio de cómo el racismo se encuentra profundamente arraigado en las leyes e instituciones de Estados Unidos. Esta diferencia de interpretación es clave en el debate actual.
Para asegurar el cumplimiento de la orden ejecutiva, se le encomendó a Linda McMahon, designada Secretaria de Educación (su nombramiento pendiente de aprobación senatorial), la tarea de desarrollar, en un plazo de 90 días, una estrategia para “eliminar el adoctrinamiento” en las escuelas. McMahon, ex ejecutiva de la empresa de lucha libre World Wrestling Entertainment, llega a este cargo con un perfil poco convencional en el sector educativo.
Es importante considerar que el gobierno federal tiene un control limitado sobre el funcionamiento diario de las escuelas en Estados Unidos. La mayor parte de la financiación proviene de fuentes estatales y locales. Este punto debilita el alcance real de la orden ejecutiva, dejando espacio para la interpretación y la resistencia por parte de las instituciones educativas.
La promesa de campaña de Trump de implementar esta medida, y su posterior ejecución, ha intensificado el debate sobre el equilibrio entre el control gubernamental, la autonomía de las instituciones educativas y la formación de los jóvenes en un contexto social complejo y cambiante.