En medio de un clima de miedo e incertidumbre generado por las recientes redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), la organización sin fines de lucro Mijos, en Chicago, se ha ofrecido a ayudar a los inmigrantes indocumentados a realizar tareas cotidianas, como hacer las compras, para evitar que salgan a la calle y enfrenten riesgos de ser detenidos. La medida surge luego de que el zar de la frontera, Tom Homan, advirtiera que el foco de las detenciones podría ponerse en ciudades santuario como Chicago, intensificando el temor en la comunidad inmigrante.
Mijos, fundada hace cuatro años, está formada por un grupo de voluntarios dispuestos a brindar apoyo a aquellos que no se sienten seguros para salir de sus hogares. Marilú Vargas, una de las voluntarias de la organización, comentó en una entrevista con Univisión: "Nosotros estamos ofreciendo ayuda a quien necesite en la comunidad, ya sea para recoger a su niño o si alguien tiene que ir al supermercado y no puede salir por miedo". A través de esta red de apoyo, buscan ofrecer algo de alivio en tiempos de angustia.
La situación en Chicago se ha visto complicada después de que el ICE ejecutara más de 100 arrestos en la zona, un incremento de operaciones que preocupa aún más a los inmigrantes que viven bajo la constante amenaza de ser detenidos. Según el superintendente de la policía de Chicago, Larry Snelling, las autoridades locales no colaboran con las fuerzas federales en tareas migratorias, pero advirtió que "sería irresponsable no tener ningún tipo de comunicación con ellos". Esto subraya el delicado balance entre la protección de los derechos de los inmigrantes y la colaboración con las autoridades federales.
Ante el riesgo de enfrentarse a un agente del ICE, es fundamental que los inmigrantes estén informados sobre sus derechos. Si se encuentran con un agente, deben mantener la calma, preguntar si pueden irse y solicitar la identificación del oficial. En caso de ser detenidos, se recomienda no hablar sin la presencia de un abogado y guardar silencio, ya que, según la Constitución, tienen derecho a no incriminarse. La organización Mijos continúa ofreciendo apoyo en este difícil contexto, mientras la comunidad inmigrante sigue buscando formas de protegerse ante las tensiones generadas por las políticas migratorias.