Un inmigrante mexicano, identificado como Francisco Oropeza, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional tras declararse culpable de los cargos de asesinato de cinco personas en Texas en abril de 2023.
Según la policía, Oropeza irrumpió en la casa de su vecino después de que le pidieran dejar de disparar su arma, ya que estaba impidiendo dormir a un bebé. El incidente ocurrió en el condado de San Jacinto, Texas.
Los fiscales del condado informaron que Oropeza había sido deportado cuatro veces entre 2009 y 2016, pero enfatizaron que permanecerá bajo custodia en Texas por el resto de su vida.
"No es elegible para la deportación. No es elegible para nada", declaró el fiscal del condado, Todd Dillon. "Permanecerá bajo la custodia del Departamento de Justicia Criminal de Texas hasta que fallezca".
Dillon explicó que el acuerdo de declaración de culpabilidad fue ofrecido después de extensas conversaciones con los familiares de las víctimas.
La declaración de culpabilidad y sentencia de Oropeza ponen fin a un caso que conmocionó a la comunidad local y destacó las complejas cuestiones relacionadas con la deportación y la violencia armada.