Dron impacta avión contraincendios: $65,000 en daños
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Pero detrás de esta lucha heroica, a veces se esconde una historia que nos recuerda la importancia de la responsabilidad individual. El 9 de enero, en medio del caos del incendio de Palisades, un residente de Culver City, Peter Tripp Akemann, de 56 años, decidió tomar una perspectiva diferente. Desde el estacionamiento del Third Street Promenade en Santa Mónica, a más de 1.5 millas del epicentro del incendio, lanzó un dron para observar los daños. Una decisión que, según el fiscal federal interino Joseph T. McNally, demostró una "imprudencia extrema".
Su vuelo improvisado tuvo consecuencias inesperadas. El dron de Akemann, perdido de vista en el humo y la confusión, impactó contra un Super Scooper del Gobierno de Quebec, un avión especializado en extinción de incendios. El daño: un agujero de aproximadamente 3 pulgadas por 6 pulgadas en el ala izquierda, dejando la aeronave fuera de servicio.
El incidente, no sólo puso en peligro a la tripulación del Super Scooper, sino que también generó un importante retraso en las labores de extinción. Las reparaciones, según la Fiscalía de Estados Unidos, tuvieron un costo mínimo de $65,169 dólares, cubriendo los gastos del gobierno de Quebec y una empresa de reparación de aeronaves. El costo fue asumido por Akemann tras aceptar un acuerdo de culpabilidad, además del compromiso de 150 horas de servicio comunitario en apoyo a la lucha contra incendios forestales.
Akemann, que fue liberado tras pagar una fianza de $15,000 dólares, enfrenta una posible pena de hasta un año de prisión federal por el delito menor federal de clase A de operación insegura de una aeronave no tripulada. La investigación, llevada a cabo por el FBI, resaltó la necesidad de respetar las restricciones de vuelo impuestas por la FAA durante emergencias como ésta, así como la responsabilidad individual en el uso de drones.
La historia de Akemann sirve como recordatorio de que las decisiones individuales pueden tener consecuencias amplias y de gran costo, no sólo económico, sino también para la seguridad y eficacia de los servicios de emergencia durante situaciones críticas. La Administración Federal de Aviación (FAA) emitió restricciones de vuelo temporales cerca de los incendios forestales del condado de Los Ángeles, un punto crucial ignorado por Akemann.
El subdirector a cargo de la Oficina de Campo del FBI en Los Ángeles, Akil Davis, dejó un mensaje claro: "La falta de sentido común y la ignorancia de sus obligaciones como piloto de drones no lo protegerán de cargos criminales". El caso continúa su curso legal.