Regreso a escombros: Destrucción en Kfar Kila tras conflicto Israel-Hezbolá
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Alaa al Zein, residente de Kfar Kila, describe la situación con crudeza: "Todo el pueblo ha quedado reducido a escombros. Es una zona catastrófica." Su testimonio refleja el panorama desolador que encontraron al regresar a sus hogares, devastados por más de un año de enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, que incluyeron dos meses de guerra total.
La retirada de las tropas israelíes, según lo estipulado por el acuerdo del 27 de noviembre, debía completarse el 18 de febrero. Sin embargo, Israel anunció que mantendrá presencia en cinco puntos estratégicos cercanos a la frontera, una decisión que el Ministro de Defensa, Israel Katz, justificó como necesaria para prevenir cualquier violación de la tregua por parte de Hezbolá. El Ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, afirmó que esta permanencia será "temporal", con la finalidad de garantizar la seguridad hasta que las fuerzas armadas libanesas asuman completamente su rol según lo acordado.
Esta decisión ha generado tensiones. Líbano, que se declara preparado para asumir el control fronterizo, considera la presencia israelí como una "ocupación" y ha anunciado que llevará el caso al Consejo de Seguridad de la ONU para exigir la retirada completa. Mientras tanto, el ejército libanés, en coordinación con la ONU y la FINUL (Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano), ha desplegado unidades en varias localidades del sur, incluyendo Yarun, Marun, Blida, Mahbib y Mais al Yabal, tras la partida de las fuerzas israelíes.
La situación humanitaria sigue siendo crítica. Según la ONU, alrededor de 100,000 libaneses, entre más de un millón de desplazados, aún permanecen en el exilio, esperando regresar a sus hogares para evaluar los daños y, en algunos casos, recuperar los restos de sus familiares fallecidos durante el conflicto. Se estima que más de 4,000 personas murieron en Líbano desde el inicio de las hostilidades en octubre de 2023, mientras que en Israel la cifra asciende a 134, incluyendo soldados.
El acuerdo de tregua, por otro lado, estipula que Hezbolá deberá desmantelar sus infraestructuras y retirarse al norte del río Litani. El movimiento, financiado por Irán, se involucró activamente en el conflicto, afirmando actuar en "apoyo a los palestinos" y a su aliado Hamás. El conflicto, que comenzó con los ataques de Hamás contra Israel en octubre de 2023, ha dejado una profunda huella en la región, con un futuro aún incierto.