Alto Hospicio: Niebla, solución contra la crisis hídrica
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Para los 10,300 residentes de los asentamientos informales, el acceso al agua es un lujo. Solo el 1.6% de estas comunidades está conectado a la red de distribución, obligando a la mayoría a depender de costosos camiones cisterna. Esta realidad, sin embargo, podría cambiar gracias a una solución innovadora: la recolección de niebla.
Un estudio publicado en Frontiers in Environmental Science revela el potencial de esta tecnología en la zona. Investigadores de la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad Mayor de Chile llevaron a cabo un proyecto de un año, instalando colectores de niebla en distintos puntos de Alto Hospicio. “Al mostrar su potencial en Alto Hospicio, este estudio sienta las bases para una adopción más amplia en otras áreas urbanas con escasez de agua”, asegura Nathalie Verbrugghe, coautora del estudio.
Los resultados fueron sorprendentes. La recolección de niebla podría suministrar hasta 300,000 litros de agua semanales en un área de 100 km cuadrados, cantidad suficiente para abastecer a una parte significativa de la población afectada. La cantidad de agua recogida varió entre 0.2 y 5 litros por metro cuadrado al día, con picos de hasta 10 litros durante los meses de mayor concentración de niebla (agosto-septiembre).
El sistema es notablemente sencillo: mallas especiales instaladas entre postes capturan las diminutas gotas de agua presentes en la niebla. Este agua se canaliza y almacena, sin requerir energía externa. Se estima que con 17,000 metros cuadrados de malla (aproximadamente el tamaño de tres campos de fútbol) se podría lograr el objetivo de 300,000 litros semanales. Una ubicación estratégica de los colectores podría reducir significativamente esta superficie, especialmente en zonas con mayor densidad de niebla.
Las aplicaciones potenciales van más allá del agua potable. El estudio también destaca la posibilidad de utilizar el agua recolectada para:
El desierto de Atacama, sinónimo de aridez, podría estar a punto de ofrecer una lección inesperada sobre la resiliencia y la innovación en la búsqueda de soluciones a la escasez hídrica.