Trump podría activar la 'Ley de Enemigos Extranjeros' ante frustración por deportaciones

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La tensión en la política migratoria estadounidense está alcanzando niveles históricos; cambios significativos en la estrategia de deportación se avecinan, generando incertidumbre y debate entre expertos legales y la opinión pública

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Nicol Matuz Scott el 27/02/2025 10:52 AM.
En Internacional y editada el 27/02/2025 10:59 AM.

El foco de atención se centra en la administración Trump y su posible aplicación de una ley casi olvidada: la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Esta ley, con un pasado cargado de controversias, otorga al presidente amplios poderes para lidiar con inmigrantes indocumentados. La decisión de activarla, según reportes de CNN, se debe a la creciente frustración del expresidente con la lentitud del proceso de deportación actual, que incluso ha derivado en la remoción del director interino de ICE, Caleb Vitello.

Aunque aún no hay una fecha definitiva para su implementación, la amenaza de activar la ley ha generado un revuelo considerable. Trump, durante su campaña presidencial, ya había prometido usar esta herramienta legal. Se especula que la supuesta “conquista” de Aurora, Colorado, por parte de la pandilla venezolana Tren de Aragua, podría servir como justificación para tal medida.

La Ley de Enemigos Extranjeros, en su redacción original, permite la reubicación, el arresto y la deportación de cualquier hombre mayor de 14 años procedente de un país en guerra con Estados Unidos. Su aplicación histórica es limitada, con solo tres precedentes:

Durante la Guerra de 1812, bajo el mandato del presidente James Madison, se obligó a los súbditos británicos a registrar información personal.
En la Primera Guerra Mundial, el presidente Woodrow Wilson la aplicó contra ciudadanos de las Potencias Centrales (Imperio Alemán, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria), resultando en el internamiento de aproximadamente 6,000 personas, según los Archivos Nacionales.
Finalmente, durante la Segunda Guerra Mundial, el presidente Franklin D. Roosevelt la usó contra japoneses, alemanes e italianos, lo que llevó al internamiento de japoneses-americanos.

Sin embargo, la aplicación de la ley en el contexto actual enfrenta fuertes desafíos legales. Como señaló Jordan Rubin de MSNBC el año pasado: "El Congreso (no el presidente) tiene el poder de declarar la guerra. Y aunque Donald Trump y otros políticos han utilizado un lenguaje tipo invasión al hablar de inmigración, eso no convierte las acciones de personas de otros países en acciones emprendidas por otros países. Es una ley de tiempos de guerra, y no hay una guerra."

La situación permanece en desarrollo, con la expectativa de que cualquier intento de aplicación de esta ley desencadene una serie de litigios y debates a nivel nacional.