Texas demanda a Trump por agua mexicana

El foco de la tensión reside en el Tratado de Aguas de 1944, un acuerdo binacional que regula el flujo del agua entre ambos países. De acuerdo con el documento, México tiene la obligación de entregar una cuota específica de agua a Estados Unidos, una cifra que asciende a 2,158 millones de metros cúbicos cada cinco años. Sin embargo, a finales de febrero de este año, la cantidad entregada apenas alcanzaba el 25% del total comprometido, lo que ha generado un profundo malestar en el estado texano.
Este incumplimiento ha llevado al senador Charles Perry a proponer una medida contundente: “Sería bueno incluir la liberación de agua bajo el tratado de 1944 en esas negociaciones arancelarias para que podamos obtener algún alivio en el Valle”. Su propuesta, aprobada por el Comité de Agua, Agricultura y Asuntos Rurales del Senado de Texas, urge al Departamento de Estado de Estados Unidos y a la Sección estadounidense de la Comisión Internacional de Límites y Aguas a tomar acciones inmediatas para asegurar que México cumpla con sus obligaciones.
La iniciativa, impulsada también por el senador Juan "Chuy" Hinojosa, busca presionar a la administración estadounidense para que adopte una postura más firme con el gobierno mexicano. La resolución no solo destaca las afectaciones económicas en el Valle del Río Bravo, sino que también plantea la posibilidad de utilizar las negociaciones comerciales como palanca para resolver este conflicto acuífero, cuyo plazo límite de cumplimiento es el próximo 24 de octubre.
El escenario, con una fecha límite inminente y una presión creciente desde el Senado de Texas, anticipa un periodo de negociaciones complejas entre ambos países. El impacto de esta disputa trasciende la simple cuestión del agua, afectando la relación bilateral y la economía de una región clave en la frontera.