Conor McGregor se lanza como candidato presidencial irlandés en medio de la polémica

Se trata de Conor McGregor, la superestrella de la UFC, quien, tras su reciente visita a la Casa Blanca invitado por Donald Trump para celebrar el Día de San Patricio el 17 de marzo, ha lanzado su candidatura a la presidencia de Irlanda a través de las redes sociales. "Irlanda, la decisión es tuya y es fácil. Votad por mí como vuestro presidente y salvaremos juntos Irlanda," escribió el ex campeón de 36 años.
Su anuncio, sin embargo, llega en medio de una polémica. McGregor enfrenta una condena civil por un caso de violación ocurrido en 2018, por el cual deberá pagar 248,000 euros. Su abogado ha anunciado una apelación ante un tribunal de Dublín. Este hecho, sumado a sus controvertidas declaraciones en contra de la inmigración ilegal – calificadas de "falsas" por el primer ministro Micheal Martin – generan un clima de incertidumbre alrededor de su candidatura.
Para lograr su objetivo, McGregor necesita el respaldo de 20 miembros del Parlamento o de cuatro autoridades municipales. Una tarea considerable, considerando su historial judicial y sus controvertidas opiniones. A pesar de ello, la figura mediática de "The Notorious" le otorga un innegable poder de convocatoria. Su reciente acuerdo para una pelea de exhibición de boxeo contra Logan Paul en la India, solo refuerza su imagen pública.
Más allá de la arena política, la carrera de McGregor sigue siendo un imán para la atención mundial. Su ingreso multimillonario y su estatus de atleta mejor pagado del mundo, le proporcionan recursos importantes para su campaña. Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es si su popularidad y carisma serán suficientes para superar los obstáculos legales y las controversias que lo rodean.
El camino hacia la presidencia irlandesa se presenta como un reto mayúsculo para el peleador. Obtener el apoyo necesario y convencer al electorado de su idoneidad para el cargo, requiere más que solo puños poderosos. El tiempo dirá si Conor McGregor logra transformar su reputación de luchador en la de líder político.