Brutal asesinato de indigente en Long Island: 3 detenidos

El descubrimiento del cuerpo de Cándido Guadalupe Saravia Martínez, un salvadoreño de 39 años, dentro de una tienda de campaña cerca de Suffolk Avenue en Central Islip, conmocionó a las autoridades. La escena del crimen, según el comunicado del fiscal de distrito del condado Suffolk, Ray Tierney, era desgarradora. “Este presunto asesinato fue brutal,” declaró Tierney, enfatizando la gravedad del hecho.
Las investigaciones apuntaron rápidamente hacia tres sospechosos: Brayan Heredia Escobar (19 años, de Guatemala), Jhon López Campos (18 años, de El Salvador) y Julio Beltrán (39 años, también de El Salvador). Todos, al igual que la víctima, eran personas sin hogar. Las evidencias encontradas en la escena, que incluían una cuerda alrededor del cuello de Saravia Martínez, marcas de traumatismo contundente en el rostro y una puñalada que le cortó la arteria carótida, junto a un machete y un cuchillo ensangrentado, pintan un cuadro escalofriante.
La Fiscalía del Condado Suffolk revela que imágenes de videovigilancia de negocios locales muestran a los tres sospechosos huyendo de la tienda de campaña tras el incidente y entrando en una lavandería cercana. Este detalle crucial fortalece la evidencia contra los acusados. A pesar de la contundencia de las pruebas, un portavoz de la Fiscalía se negó a comentar sobre el estatus migratorio de los implicados, argumentando: “Respetuosamente, nos negamos a hacer comentarios sobre el estatus migratorio y, de acuerdo con las normas del colegio de abogados, no hablamos de condenas previas hasta que finalice la fase de determinación de culpabilidad del caso.”
Los tres sospechosos enfrentan cargos de homicidio en segundo grado, un delito que conlleva una pena de 25 años de prisión o cadena perpetua. Las fechas de sus próximas comparecencias ante el tribunal son: Heredia Escobar el 27 de marzo; Beltrán el 10 de abril; y López Campos el 23 de abril. Es importante recordar que, según el sistema legal estadounidense, se presume la inocencia de los acusados hasta que se demuestre su culpabilidad en un juicio.
El caso deja una profunda interrogante sobre las complejidades de la vida en la calle y la vulnerabilidad de las personas sin hogar. La investigación continúa, con la búsqueda de respuestas que busquen comprender el móvil de este acto violento y sus implicaciones para la comunidad.