Elon Musk apuesta por la industria restaurantera con un nuevo concepto

Hablamos de Tesla, la empresa liderada por Elon Musk, que está a punto de incursionar en el mundo de la gastronomía con un concepto único: un restaurante, autocine y estación de carga, todo en uno. Su diseño, descrito por Musk mismo como una “sobrecargada de Vaselina con los Supersónicos”, anticipa una experiencia inolvidable.
La construcción, que comenzó en septiembre de 2023 y ocupa 2000 metros cuadrados, avanza a buen ritmo. Dos pantallas gigantes, ubicadas sobre las estaciones de carga, proyectarán películas de aproximadamente media hora, el tiempo promedio que toma recargar un vehículo eléctrico. Detrás de las curvas futuristas del edificio, se vislumbran los interiores en proceso, prometiendo una atmósfera que dejará boquiabierto a más de uno.
Sin embargo, la aventura de Tesla en la hostelería no está exenta de controversia. La figura de Elon Musk, polarizante por naturaleza, ha añadido una capa de complejidad al proyecto. Su creciente perfil público, marcado por controversias, ha generado un ambiente de expectativa y recelo a partes iguales.
La búsqueda del chef ideal para este singular establecimiento ha sido, cuanto menos, interesante. Algunos nombres importantes del panorama culinario angelino, como Caroline Styne y Suzanne Goin del grupo Lucques, declinaron la oferta, citando la falta de licencia para venta de alcohol y la incompatibilidad del concepto con su estilo. “No somos la clase de gente para cenar en un autocine,” comentó Styne, quien incluso cambió su Tesla por un BMW eléctrico.
Mientras tanto, otros chefs, como Walter Manzke de République, expresan su interés, dejando entrever un panorama dividido entre la fascinación por el proyecto y el escepticismo hacia la figura de Musk. La discreción impuesta por Tesla, con acuerdos de confidencialidad que prohíben la divulgación de las negociaciones, añade aún más misterio a la situación.
El impacto de la imagen pública de Musk es innegable. La rápida aceptación inicial de Tesla en Los Ángeles, un mercado clave para la marca, contrasta con la actual polarización que rodea a la empresa. Incluso marcas reconocidas como Shake Shack, que en 2016 intentó una colaboración, declinaron posteriormente, argumentando que "no es un marco que yo elegiría", según palabras de Danny Meyer.