Militarización en frontera México-Estados Unidos: Trump ordena despliegue en terrenos federales

El viernes pasado, un memorando presidencial dirigido a cuatro secretarios de gabinete generó una ola de reacciones. El documento, firmado por el Presidente Donald Trump, autoriza el despliegue y el control militar sobre una extensión de tierras federales a lo largo de la frontera sur. Este anuncio, de alto impacto para las relaciones internacionales y la seguridad nacional, no ha estado exento de controversia.
Según el texto del memorando, la justificación de esta medida radica en la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza, ante lo que el presidente ha descrito como “un ataque de diversas amenazas.” El documento cita la complejidad de la situación y la necesidad de una mayor presencia militar para afrontar el reto.
La orden presidencial no deja espacio a la ambigüedad. Se instruye a los Secretarios de Defensa, Interior, Agricultura y Seguridad Nacional a transferir la jurisdicción de terrenos federales al Departamento de Defensa. Esto incluye la posibilidad de que las fuerzas armadas construyan nuevas secciones del muro fronterizo e implementen sistemas de monitoreo y detección avanzados.
El memorando menciona específicamente la Reserva Roosevelt, una franja de terreno que atraviesa California, Nuevo México y Arizona, como punto de partida para este despliegue gradual. Sin embargo, el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, cuenta con la autoridad para extender la presencia militar a otras áreas de la frontera a su discreción. Se espera un despliegue de unidades de combate del Ejército, reforzando las operaciones en la zona.
Las facultades otorgadas a las tropas son amplias, abarcando cualquier actividad “razonablemente necesaria y apropiada para cumplir la misión.” Esta autorización permite, entre otras acciones, la detención de personas que intenten cruzar la frontera ilegalmente dentro de las áreas bajo control militar, hasta que puedan ser procesadas por la Patrulla Fronteriza. La medida se basa en una zona establecida para seguridad fronteriza en 1907 por el presidente Theodore Roosevelt. Este precedente histórico se cita para justificar la actual militarización de la zona. Se espera que esta acción tenga un impacto considerable en la administración fronteriza y las políticas migratorias a futuro. La extensión de más de 10 kilómetros al muro, según algunos medios, podría ser solo el principio.
El memorando forma parte de una estrategia más amplia del gobierno para frenar el flujo migratorio, considerado por el presidente como una “invasión.” La colaboración entre el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) es crucial para la implementación de esta medida.