Estados Unidos prevé aumento drástico en extracción petrolera en el Golfo de México

Recientemente, el Departamento del Interior de Estados Unidos anunció una modificación significativa en sus políticas de extracción de petróleo en el Golfo de México. Esta decisión, impulsada por la administración Trump bajo la orden ejecutiva "Liberar la energía estadounidense", se centra en el aumento de la presión permitida en las plataformas petroleras.
El cambio, que elevará la presión permitida de 200 psi a 1500 psi, se espera que tenga un impacto considerable. Según el comunicado oficial, este ajuste permitirá un aumento en la producción de más de 100,000 barriles diarios en la próxima década. El secretario del Interior, Doug Burgum, lo calificó como "un hito monumental en la consecución del dominio energético estadounidense".
La administración estima un incremento del 10% en la producción nacional de crudo. En 2024, Estados Unidos produjo aproximadamente 13.2 millones de barriles diarios, con 1.8 millones provenientes del Golfo de México (ahora rebautizado como "Golfo de América" por la administración Trump).
Un estudio de la Universidad de Texas, citado en el comunicado, proyecta que esta nueva política podría permitir la extracción de un 61% más de petróleo en los próximos 30 años. El informe destaca que esta medida no solo incrementa la producción, sino que también "mejorará la conservación de los recursos al acelerar el desarrollo de cada yacimiento, ayudando a evitar el despilfarro y a obtener más valor de cada pozo".
Las implicaciones de esta decisión abarcan diversos aspectos. Se espera un impacto positivo en la economía estadounidense, con la creación de empleos y la reducción de costos energéticos. Sin embargo, también surgen interrogantes sobre el impacto ambiental a largo plazo de una mayor extracción de petróleo.
Más allá de las cifras y los datos, la noticia plantea una reflexión sobre el equilibrio entre crecimiento económico y responsabilidad ambiental, un debate crucial en el siglo XXI.