Madre mexicana lucha por su hija enferma ante deportación inminente

América Pérez Ramírez, una madre mexicana indocumentada, y su hija, Yoselin Mejía Pérez, de 11 años, nacida en Estados Unidos, se encuentran en una situación crítica. Yoselin sufre de Enfermedad de la Orina con Olor a Jarabe de Arce (MSUD), una condición genética que requiere un tratamiento especializado y continuo para evitar daños cerebrales e incluso la muerte. "Es una enfermedad que requiere una dieta rigurosa y un monitoreo constante", explica la Dra. Cheryl Garganta, pediatra de Yoselin, en una carta dirigida al ICE.
El tratamiento de Yoselin, con sus fórmulas metabólicas especiales y una dieta específica, solo es accesible en Estados Unidos. Los alimentos necesarios no son fáciles de encontrar y su costo es significativo, un peso extra para América, quien trabaja incansablemente para garantizar la salud de su hija. "Los alimentos que consume Yoselin no son fáciles de conseguir, pero son indispensables para que su organismo funcione apropiadamente", ha declarado América a medios locales.
El ICE ha solicitado la presencia de América el 8 de mayo, exigiendo incluso el pasaporte de Yoselin, lo que presagia una posible deportación. Esta situación es particularmente alarmante considerando la condición médica de la niña y la dificultad de acceder a su tratamiento en México. La abogada de la familia, Brigitte Bennett, está trabajando arduamente para evitar la deportación.
América, quien llegó a Estados Unidos en 2009 con una visa que posteriormente expiró, ha enfrentado tres procesos de deportación previos, todos suspendidos debido a la enfermedad de Yoselin. Sin embargo, el endurecimiento de las políticas migratorias en años recientes ha incrementado la incertidumbre y el miedo para ella y miles de familias en situaciones similares. El caso ha tomado relevancia en redes sociales, donde se exige una respuesta humanitaria a su situación.
La Dra. Garganta, en su carta al ICE, enfatiza la necesidad de que madre e hija permanezcan juntas en Estados Unidos, no solo por el tratamiento médico de Yoselin, sino también por la asistencia crucial que América proporciona en cada etapa del mismo. Esta lucha familiar, tan personal, resalta la compleja intersección entre la salud, la inmigración y la necesidad de soluciones compasivas.