Silencio en la comida rápida de California: el miedo a la inmigración frena las denuncias laborales

El informe, realizado por el Sindicato de Trabajadores de Comida Rápida de California en colaboración con la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, encuestó a 405 trabajadores en más de 200 establecimientos. Los resultados son impactantes: el 82% de los trabajadores de comida rápida en California que se preocupan por su estatus migratorio tienen menos probabilidades de presentar quejas laborales. Esto representa una gran porción de la fuerza laboral del sector.
Aún más preocupante es que, según el estudio, el 63% de los encuestados desconocía su derecho legal a denunciar violaciones en el lugar de trabajo, independientemente de su estatus migratorio. La abogada laboralista Yunuen Trujillo, en una entrevista con San Jose Spotlight, explica que muchos trabajadores extranjeros, independientemente de su situación legal, desconocen las protecciones que les ofrece la legislación laboral. "Si nos enfocamos en los trabajadores indocumentados, la mayoría de las veces no saben que las leyes laborales en realidad sí los protegen. Eso se refleja en el informe", afirmó Trujillo.
A pesar de los logros legislativos, como la aprobación de la Ley 1228 de la Asamblea, que elevó el salario mínimo de la comida rápida a $20 por hora y estableció un Consejo de Comida Rápida, el informe demuestra que las victorias legislativas por sí solas no son suficientes. La situación en California refleja una tendencia nacional: el miedo a las consecuencias migratorias está impidiendo que las comunidades inmigrantes accedan a servicios esenciales.
Este fenómeno no se limita al ámbito laboral. Un artículo publicado en el New York Times señala una disminución en el número de pacientes inmigrantes que buscan atención médica, incluso en casos urgentes, por temor a la deportación. Las consecuencias, según el NYT, podrían ser graves: "Si la tendencia continúa, los funcionarios de salud dicen que la lista de consecuencias podría ser larga: enfermedades infecciosas que circulan innecesariamente; el empeoramiento de los costos de atención médica debido a enfermedades crónicas no tratadas; y complicaciones peligrosas en el parto para las mujeres que esperan demasiado para buscar ayuda, entre otras".