Inmigrantes en Estados Unidos: miedo, ansiedad y una realidad oculta

Un reciente estudio de KFF Survey of Immigrants de 2024, arroja cifras alarmantes. Se revela que el 61% de los inmigrantes en Estados Unidos siente ansiedad o miedo por su futuro en el país. Este sentimiento no se limita a quienes carecen de documentación; incluso entre los ciudadanos naturalizados y los inmigrantes con residencia legal, la incertidumbre acecha.
De hecho, el 41% de todos los encuestados teme ser detenido o deportado, o que algún familiar lo sea. Una cifra que representa un preocupante aumento del 15% con respecto al 2023. Entre los inmigrantes con residencia legal, este miedo asciende a un 60%, y cerca de una cuarta parte de los ciudadanos naturalizados comparte estas preocupaciones.
Las consecuencias de este miedo son palpables. Un tercio de los inmigrantes declara un deterioro en su salud o bienestar debido a la ansiedad generada por la situación migratoria, manifestándose en estrés, insomnio o dificultades para alimentarse. En el caso de los inmigrantes con residencia legal, este porcentaje se eleva al 41%.
Pero el impacto va más allá del bienestar individual. El miedo ha permeado la vida cotidiana. El 13% de los inmigrantes (20% entre los que tienen residencia legal) afirma haber evitado actividades rutinarias como ir al trabajo, participar en eventos comunitarios o buscar atención médica, por temor a llamar la atención sobre su situación migratoria. La incertidumbre se extiende incluso a lugares considerados tradicionalmente seguros, como hospitales o escuelas.
Reportes recientes de organizaciones como el Fast Food Workers Union y la Coalition for Humane Immigrant Rights en California, ilustran la situación. Más del 80% de los trabajadores inmigrantes preocupados por su estatus migratorio se muestran reacios a denunciar violaciones laborales, incluso sin conocer sus derechos. Amenazas de despido y referencias a ICE por parte de empleadores son una triste realidad.
De igual manera, un reporte del The New York Times revela que el temor se extiende al acceso a la salud. Testimonios de trabajadores sociales y profesionales médicos demuestran que algunos inmigrantes evitan hospitales y salas de emergencia por miedo a la detención. Las consecuencias, advierten los médicos, pueden ser graves: "Si la tendencia continúa, los funcionarios de salud dicen que la lista de consecuencias podría ser larga: enfermedades infecciosas que circulan innecesariamente; el empeoramiento de los costos de atención médica debido a enfermedades crónicas no tratadas; y complicaciones peligrosas en el parto para las mujeres que esperan demasiado para buscar ayuda, entre otras".
La situación, lejos de ser una mera estadística, refleja una realidad que afecta la vida diaria de miles de personas en Estados Unidos, generando consecuencias en diversos ámbitos de la sociedad.