Trump ordena redadas masivas en ciudades santuario y desata protestas

En medio de este clima de agitación, el Presidente Donald Trump ha emitido una orden ejecutiva que ha reavivado el debate sobre la inmigración. El anuncio, realizado a través de su red social Truth Social, el 16 de junio, no dejó indiferente a nadie. Trump ordenó una "expansión significativa de las detenciones y deportaciones de migrantes en todo el país".
La orden presidencial apunta directamente a las llamadas "ciudades santuario", aquellas que limitan su cooperación con las autoridades federales en materia migratoria. Ciudades como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, se encuentran entre los principales objetivos de esta iniciativa, lo que ha intensificado las protestas. "Se deberán expandir los esfuerzos para detener y deportar a los foráneos ilegales en las ciudades más grandes de Estados Unidos," declaró Trump en su mensaje, agregando que las agencias federales deben hacer "todo en su poder" para lograr el objetivo.
La estrategia del Presidente incluye la movilización de diversas agencias federales, incluyendo la DEA y el ICE, a quienes Trump ha dado su "apoyo inquebrantable". Este despliegue de fuerza ha generado preocupación entre los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes y ha provocado una condena generalizada por parte de la oposición.
Las protestas del 14 de junio, organizadas bajo el lema "No a los reyes", se llevaron a cabo en diversas ciudades del país. Si bien la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, se registraron incidentes violentos. Un tiroteo durante una marcha en Salt Lake City, Utah, dejó un saldo fatal. En otras ciudades como Los Ángeles y Portland, Oregon, la policía respondió a las protestas con el uso de gas lacrimógeno y municiones de control de multitudes.
El impacto de estas deportaciones masivas en sectores económicos clave como la agricultura, la hostelería y la industria cárnica, que dependen significativamente del trabajo de migrantes indocumentados, es otro punto de conflicto. Según reportes de agencias como Reuters, el gobierno de Trump ha dado instrucciones a los funcionarios de inmigración para frenar las redadas en esos sectores, aunque la orden de intensificar las deportaciones apunta en una dirección contraria.
La situación continúa desarrollándose, con el país dividido y atento a la evolución de los acontecimientos. La tensión política sigue en aumento, y el futuro de la política migratoria en Estados Unidos permanece incierto.