ICE planea abrir centros de detención denunciados como "un infierno"

La ciudad, la más antigua de Kansas, se encuentra en el centro de una polémica decisión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) del gobierno de Donald Trump. ICE ha firmado un acuerdo con CoreCivic Corp. para reabrir una cárcel con capacidad para 1,033 camas en Leavenworth. Esta acción forma parte de una estrategia más amplia del gobierno para incrementar drásticamente el número de camas disponibles para la detención de inmigrantes indocumentados.
Esta estrategia, sin embargo, no carece de implicaciones. El acuerdo se ha realizado sin licitación pública, alegando una "urgencia imperiosa". Esta decisión ha impulsado las expectativas de ganancias de empresas privadas como CoreCivic, con sede en Nashville, Tennessee, y The Geo Group Inc., con base en el sur de Florida, firmas con estrechas conexiones políticas.
La reapertura de la prisión en Leavenworth no ha estado exenta de resistencia. La ciudad presentó una demanda contra CoreCivic, citando la descripción de la prisión, anteriormente clausurada, por una jueza federal como "un infierno". Esta demanda pone en evidencia los límites de las agresivas tácticas del presidente Trump para impulsar las deportaciones.
El gobierno de Trump ha utilizado diversas estrategias para lograr su objetivo de ampliar la capacidad de detención de inmigrantes. Además de los contratos sin licitación, se han modificado decenas de acuerdos existentes con contratistas. Un ejemplo es un contrato de 73 millones de dólares a una empresa dirigida por exfuncionarios federales de inmigración para tareas administrativas relacionadas con las deportaciones.
La situación se agrava con la aprobación en la Cámara de Representantes de una medida de reducción de impuestos y reconciliación presupuestaria que incluye 45,000 millones de dólares durante cuatro años para la detención de inmigrantes, triplicando el gasto actual. El Senado se encuentra actualmente considerando esta legislación.
Empresas como Geo Group anunciaron que ICE modificó el contrato de un centro de detención en Georgia para reabrir una cárcel inactiva adyacente, generando ingresos anuales de 66 millones de dólares. Damon Hininger, director ejecutivo de CoreCivic, declaró: “Nunca en nuestros 42 años de historia como empresa hemos tenido tanta actividad y demanda de nuestros servicios como la que estamos viendo ahora”.
El objetivo es incrementar de forma significativa la capacidad de detención, pasando de las 41,000 camas actuales a al menos 100,000, y posiblemente superando las 150,000. ICE justificó nueve contratos a cinco años, para un total de 10,312 camas, sin licitación, utilizando la declaración de emergencia nacional en la frontera sur como justificación.
La ubicación de Leavenworth, a escasas 10 millas del Aeropuerto Internacional de Kansas City, la convierte en un punto estratégico para ICE. Jesse Franzblau, analista del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, señala que “Eso significaría que las personas detenidas en el área de Chicago y en Illinois terminarían en estas instalaciones en Kansas”.
A pesar del apoyo de la zona a Trump, la ciudad de Leavenworth se resiste. CoreCivic argumenta que no necesita un permiso especial para reabrir, mientras que la ciudad insiste en lo contrario. La batalla legal subraya las preocupaciones sobre las condiciones de la prisión, incluyendo denuncias de violencia y violaciones a los derechos de los reclusos, previamente documentadas por la ACLU.
Más allá de Leavenworth, la estrategia de ICE de reabrir instalaciones previamente clausuradas se extiende a otras ciudades, incluyendo Newark y Dilley, donde también se han reportado incidentes y controversias. Los detalles financieros de estas modificaciones contractuales, sin embargo, permanecen en su mayoría ocultos.