Detrás de las rejas, "no hay detenidos, hay trabajadores esclavizados", asegura un informe de Faith in the Valley. La denuncia detalla cómo GEO Group, la empresa privada que administra estas instalaciones para ICE, ha convertido la detención migratoria en un negocio multimillonario.
Los números hablan por sí solos:
- Mesa Verde (Bakersfield): capacidad para 400, actualmente alberga 375 personas
- Golden State Annex (McFarland): diseñado para 400, tiene 640 detenidos
- Central Valley MCCF: 700 camas listas para ser ocupadas
El
hacinamiento sería solo el principio. Dentro de estos centros, según los reportes:
- Jornadas laborales obligatorias por $1 diario
- Negación sistemática de atención médica
- Precios abusivos en productos básicos
- Represalias violentas contra quienes protestan
Lo más alarmante:
desde 2024 las detenciones se han disparado, empeorando las condiciones. En
Mesa Verde, la población aumentó ocho veces respecto a años anteriores. Por primera vez en cinco años, mujeres están siendo recluidas allí.
La resistencia se organiza desde adentro. Detenidos han implementado:
- Huelgas de hambre
- Clases de inglés autogestionadas
- Redes de apoyo legal
Mientras, fuera de los muros, organizaciones presionan a autoridades locales para que ejerzan sus facultades. La ley
SB 1132 permite al Departamento de Salud de Kern realizar inspecciones, y los municipios podrían revocar los permisos de
GEO Group.
Este caso no es aislado. Forma parte de un patrón nacional donde centros de detención privados acumulan denuncias por violaciones sistemáticas a derechos humanos. En Kern, condado con alta población migrante, la batalla sigue su curso mientras las celdas se llenan.
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