México, Df
La inversión de 10 corporativos mexicanos suma 328.5 mdd; la cultura, adaptación, y obstáculos a sortear
Diez corporativos mexicanos -Bimbo, Gruma, Nemak, Softtek, Televisa, Aeroméxico, Katcon, Interceramic, Kuo y Omnilife- han invertido apenas unos 328.5 millones de dólares en China de 2006 a 2012, de acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Pese a la inversión realizada, especialistas consultados prevén que no será fácil aprovechar el potencial del mercado de la República Popular de China, que crece a más de 10% anual y tiene una población de alrededor de 1,300 millones de habitantes.
Los principales obstáculos para las empresas mexicanas en el país asiático han sido el desconocimiento de las características de los consumidores chinos y de las diferencias culturales para realizar negocios, además de falta de apoyos gubernamentales para promover los proyectos empresariales, entre otros.
Se estima que conquistar al “dragón” representa captar ingresos y utilidades muy superiores a los que observan otros países.
Según el estudio Empresas mexicanas invirtiendo en China, publicado por el BID, los grupos empresariales mexicanos que invierten en ese país se caracterizan por ser dominantes en su mercado de origen y por destinar recursos a crear centros de producción para hacer eficiente su plataforma de exportación a otros países cercanos.
En general, señala, las empresas mexicanas han llegado a China mediante adquisiciones, fusiones o asociaciones que les han permitido evitar o acelerar la curva de aprendizaje.
El BID añade que las empresas mexicanas buscan acceder al rápido crecimiento en China, aunque destaca que esto requiere paciencia, recursos financieros para adaptar los productos a las necesidades locales y, en general, cambios en sus procesos.
Freno
Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que tener éxito en el país asiático “requiere mucha preparación, recursos y una visión de largo plazo”, por lo que las pequeñas empresas mexicanas están condenadas al fracaso en ese mercado.
“China requiere 6 a 7 años, y con suerte en el mediano plazo (una empresa) empezará a tener ganancias, eso significa que las microempresas en el mercado chino no tienen nada que hacer”, aseveró.
En general, advirtió, “somos profundamente ignorantes sobre China” y las empresas que han llegado a ese país no han sido impulsadas por el gobierno ni por organismos empresariales.