Las intensas lluvias que azotaron la tarde del miércoles el Estado de México dejaron a su paso un rastro de caos y afectaciones en varios municipios. El epicentro del desastre se concentró en Ecatepec y Nezahualcóyotl, dos ciudades que experimentaron inundaciones masivas, dejando a su paso daños materiales y una fuerte disrupción en la vida cotidiana de sus habitantes.
En Ecatepec, la avenida Central se convirtió en un río de agua sucia. Las inundaciones alcanzaron niveles alarmantes, llegando a superar el metro de profundidad en la zona de Río de los Remedios, donde varios vehículos quedaron varados, algunos de ellos a la deriva.
La situación se complicó aún más en la mañana, cuando los autos que habían quedado atascados obstruyeron la vía, afectando la movilidad de los conductores que se dirigían hacia la Ciudad de México. Las autoridades se vieron obligadas a habilitar el paso por los carriles laterales, cercanos a las vías del tren, mientras se trabaja en la recuperación de la avenida Central.
Nezahualcóyotl no se libró de la furia de la lluvia. Más de veinte calles en Valle de Aragón fueron víctimas de inundaciones. El sistema de drenaje colapsó, provocando el desborde de aguas negras que inundaron las calles, llegando incluso a penetrar en las viviendas.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) también sufrió las consecuencias de las fuertes lluvias. La Facultad de Estudios Superiores Aragón, ubicada en el municipio de Nezahualcóyotl, se vio obligada a suspender sus clases para este jueves, con el fin de realizar labores de limpieza tras las inundaciones.
La situación en Periférico Oriente no fue menos grave. Las lluvias provocaron inundaciones que superaron el metro de profundidad, afectando severamente a numerosos vehículos que intentaban transitar por la vialidad, generando un caos vial que paralizó la zona.