El coordinador de la bancada de Morena, Adán Augusto López Hernández, la describió como el inicio de "una nueva etapa" en la que se empieza "a saldar una deuda histórica" con los pueblos originarios. "Somos música, somos arte, somos cultura y somos visibles, gracias a la cuarta transformación y la continuidad que representa la doctora Claudia Sheinbaum… nuestra comandanta suprema", expresó Edith López Hernández, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas y Afroamericanos.
La reforma establece que el Estado tiene la obligación de garantizar la cultura e identidad de estos pueblos, y busca poner fin a la discriminación y el racismo que han sufrido durante siglos.
"Los mexicanos teníamos una deuda histórica, porque nuestros hermanos de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas y afromexicanos, dejen de ser objeto de museo, y son ya sujetos plenos de derechos", señaló López Hernández.
Sin embargo, el legislador reconoció que aún queda mucho por hacer para erradicar la discriminación y el racismo en México. "Todavía falta mucho porque en este México, a pesar de ello, sigue habiendo discriminación, sigue habiendo racismo, clasismo, y en la medida que lo entendamos y que vayamos juntos, cada día vamos a ir caminando", dijo.
La senadora Edith López, originaria de Chiapas, coincidió en que la reforma debe ser más que palabras en un papel: "No sólo quede en letras plasmadas, sino que también resuene en los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos".
La senadora Andrea Chávez Treviño calificó la aprobación de la reforma como una "victoria inmensa", ya que se reconoce a las comunidades indígenas y afromexicanas como sujetos de derecho público, no solo de interés público.
La ceremonia de celebración de la reforma, que incluyó música tradicional de San Juan Chamula, Chiapas, fue un acto de reconocimiento y esperanza para los pueblos originarios de México.