El panorama se ha tornado complejo, y la seguridad de la capital sinaloense ha sido transferida a las autoridades federales y estatales. ¿La razón? Una revisión de armamento que, según el alcalde, es un procedimiento de rutina.
Sin embargo, la medida ha generado incertidumbre entre la población. La ausencia de los elementos de la policía municipal en las calles ha dejado un vacío, lo cual, sumado a la reciente ola de violencia, genera inquietud.
El alcalde Juan de Dios Gámez ha asegurado que la situación está bajo control y que la seguridad está garantizada por la Policía Estatal, la Guardia Nacional y la Sedena. De acuerdo con el edil, "todo lo que es proximidad y atención ciudadana, todo lo que nos llega al 911, está siendo atendido por estos elementos."
Mientras tanto, la Sedena continúa realizando recorridos de patrullaje en la zona urbana de Culiacán. La revisión del armamento continúa, y aún no se ha confirmado cuándo la policía municipal retomará sus funciones. La ciudad se encuentra a la espera de una resolución que garantice la seguridad y la tranquilidad de sus habitantes.