El Centro Histórico de la Ciudad de México, un lugar lleno de historia y cultura, está viviendo un cambio drástico. No es la historia, ni la cultura, sino la expansión del comercio lo que está transformando el rostro de la ciudad. Este fenómeno, que ha estado en desarrollo durante décadas, ha dejado a miles de personas sin hogar. Un estudio realizado por el doctor Víctor Delgadillo, investigador de la UNAM, reveló que entre 1990 y 2020, más de 38 mil personas abandonaron sus hogares en el Centro Histórico. Esta cifra, que representa un éxodo masivo, no se limita a una sola zona, sino que se extiende por todo el perímetro del Centro Histórico.
Las cifras son alarmantes: en el perímetro A, que incluye el Palacio de Bellas Artes y el Palacio Nacional, 17,691 vecinos tuvieron que migrar o fueron desalojados. En el perímetro B, que abarca colonias como Centro, Guerrero y Roma, la cifra asciende a 21,178 personas. La situación se agrava por el hecho de que las autoridades han reportado la creación de 10,678 nuevas viviendas, pero a precios inaccesibles para la mayoría.
Delgadillo atribuye este fenómeno al abandono de predios históricos, la llegada de inmobiliarias que han encarecido el suelo y la inseguridad. Las autoridades, según el investigador, han privilegiado el crecimiento del comercio en la zona, sin tomar en cuenta las necesidades de vivienda de sus habitantes. La llegada de empresarios chinos desde 2021 ha intensificado la situación, desplazando a comerciantes y vecinos originarios.
El especialista destaca que en 2001 existían 2,131 lotes con uso habitacional, pero para 2017 solo quedaban 1,798. El uso de suelo habitacional exclusivo se ha perdido en un 3.41 por ciento, mientras que el uso de suelo habitacional mixto ha disminuido en un 7.91 por ciento. En contraste, el uso de suelo para servicios ha aumentado en un 13.8 por ciento y el comercio en un 2.2 por ciento.
El Centro Histórico de la Ciudad de México, un espacio que alguna vez fue un lugar de hogar para miles de personas, se ha convertido en un centro comercial. Este cambio, impulsado por la voraz expansión del comercio, ha tenido un costo social altísimo: la pérdida de hogares y el desplazamiento de miles de personas.