Imagina un parque en la Ciudad de México, un espacio familiar donde la gente se reúne para disfrutar del aire libre. Ahora, imagina que en este lugar, en medio de las áreas verdes, se encuentran restos óseos sin protección alguna.
Este escenario escalofriante es la realidad que viven los habitantes del Parque Tepeyac, en la alcaldía Gustavo A. Madero. El hallazgo de los restos óseos por parte de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en julio pasado, ha puesto en evidencia la falta de atención por parte de las autoridades.
Las denuncias de abandono se multiplican: los restos, encontrados en la zona arbolada del parque, se encuentran expuestos a la intemperie y a la lluvia. No hay protección, ni siquiera una valla o cinta amarilla para delimitar el área. Los colectivos, que día a día buscan a sus seres queridos, se encuentran con la desoladora imagen de huesos desprotegidos, una muestra de la crueldad de la realidad que enfrentan.
La falta de seguridad y la desidia gubernamental han generado preocupación en la comunidad, quienes se preguntan por qué se ha permitido esta situación. Las autoridades, por su parte, guardan silencio ante las demandas de la comunidad, dejando a su suerte estos restos que representan un dolor profundo para las familias que buscan respuestas.