La clave de este cambio radica en tres nuevos impuestos que entrarán en vigor. Estos gravámenes, aprobados recientemente por el Congreso local, impactarán sectores específicos de la economía potosina.
¿Quiénes serán los afectados? La respuesta se centra en tres áreas: hospedaje, bebidas alcohólicas y la enajenación de bienes (la transmisión de una propiedad). El incremento en las tasas para estos rubros oscila entre un 3% y un 4%, según lo aprobado.
Detrás de esta decisión se encuentra la diputada Dulcelina Sánchez de Lira, de la bancada mayoritaria, quien argumentó que estos ajustes son “necesarios” ante los recortes federales. Sus palabras resaltan la necesidad de fortalecer las finanzas estatales, buscando que estos cobros “mínimos” no afecten a la población más vulnerable.
Un punto interesante es la posición de Morena. Inicialmente reticente, finalmente votó a favor. El diputado Carlos Arreola Mallol explicó este cambio de postura como una decisión analizada internamente y respaldada por la dirigencia nacional. Su justificación hace énfasis en la “correspondencia política” con el PVEM, partido impulsor de la iniciativa, destacando la colaboración en temas federales y descartando que se trate de un "pago de favores" al gobernador. Se resalta la importancia de la generación de ingresos propios para enfrentar los retos financieros de los recortes federales.
La aprobación se enmarca dentro de la Ley de Ingresos estatal para 2025, con el objetivo declarado de asegurar recursos suficientes para la operación y el desarrollo del estado durante el próximo año. Esta ley, con la inclusión de los nuevos impuestos, refleja una estrategia para navegar los desafíos económicos y mantener los servicios públicos.
El debate sobre el impacto a largo plazo de estos nuevos impuestos y su efecto en la economía estatal aún está abierto. Se espera un análisis exhaustivo de sus consecuencias en los próximos meses.