Frío extremo en CDMX: La ciencia detrás del amanecer gélido
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Leonora LagardaLa respuesta se esconde en un fenómeno llamado irradiación nocturna. Aunque suena complejo, es bastante sencillo de entender. Se trata de la forma en que la Tierra se enfría durante la noche, un proceso que implica a Gabriel, un ingeniero agrónomo de la UNAM, quien en una entrevista reciente explicó con detalle este fenómeno.
"Piensa en la Tierra como una gran batería que se carga de energía solar durante el día", explicó Gabriel. "Por la noche, esa energía almacenada se libera en forma de radiación infrarroja, hacia el espacio."
Pero la eficiencia de esta "descarga" depende de varios factores, que intensifican el frío matutino:
- Cielo despejado: Las nubes actúan como una capa aislante, atrapando parte del calor. Un cielo despejado permite que este calor se escape con mayor facilidad, llevando a una caída más pronunciada de las temperaturas.
- Radiación infrarroja: Como mencionamos, es la principal responsable de la pérdida de calor. Sucesivamente, el suelo y la vegetación liberan la energía acumulada.
- Ausencia de insolación: Sin la luz solar que compense la pérdida de calor durante la noche, el descenso de temperatura es inevitable.
- Viento y humedad: Un viento débil y baja humedad intensifican el efecto, al no mezclarse aire caliente y frío.
¿Por qué el frío es más intenso justo antes del amanecer? Simplemente, porque la pérdida de calor continúa durante toda la noche, alcanzando su punto mínimo justo antes de que el sol comience a calentar de nuevo la superficie. Este proceso es fundamental para el ciclo térmico diario, influyendo incluso en la formación de rocío y heladas, con implicaciones significativas para la agricultura.
Así que, la próxima vez que te enfrentes a un amanecer gélido en la CDMX, ya sabrás por qué ese frío mañanero es tan intenso. No es solo una cuestión de “frío”, sino un proceso físico fascinante.
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