Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, ha sido noticia mundial durante años. Su arresto en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, marcó un punto de inflexión en una larga investigación que destapó una red de corrupción a gran escala.
Después de un juicio mediático en febrero de 2023 en Nueva York, un jurado lo encontró culpable de cinco cargos relacionados con el narcotráfico, incluyendo la protección del Cártel de Sinaloa a cambio de millones de dólares en sobornos. Este veredicto resonó en México y Estados Unidos, donde se le consideraba una figura clave en la lucha contra las drogas.
La sentencia, dictada el 16 de octubre de 2024 por el juez Brian Cogan del Tribunal del Distrito Este de Nueva York, fue de más de 38 años de prisión. “La gravedad de su traición al pueblo mexicano y a las autoridades estadounidenses es innegable,” declaró el juez en la audiencia. La defensa de García Luna apeló la sentencia, argumentando la falsedad de los testimonios de antiguos miembros del Cártel de Sinaloa, incluyendo a los hermanos Beltrán Leyva y figuras del Cártel del Milenio.
Recientemente, el Buró Federal de Prisiones (BOP) confirmó el traslado de García Luna. Ahora se encuentra recluido en la USP Lee, una prisión de máxima seguridad en el condado de Lee, Virginia. Su estadía previa en el Centro Metropolitano de Detención en Brooklyn llegó a su fin, dando paso a esta nueva etapa de su condena. La proximidad de esta prisión a la residencia de su familia, fue una consideración del juez Cogan, según reportes.
El caso García Luna, más allá del aspecto legal, ha generado un amplio debate sobre la infiltración del narcotráfico en instituciones gubernamentales y las complejidades de la lucha contra el crimen organizado transnacional. Los detalles de su proceso, sentencia y traslado continúan siendo analizados por expertos y la opinión pública.