Incautan 165 kilos de cocaína camuflada en puerto de Puerto Rico

Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), asignados al Equipo de Aplicación contra el Terrorismo y el Contrabando (A-TCET), detectaron irregularidades durante una inspección de rutina. El contenedor, procedente de República Dominicana, levantó sospechas lo suficiente como para justificar una revisión física.
Dentro del cargamento, entre palés y mercancía aparentemente regular, había ocho bolsas deportivas camufladas. Al abrirlas, los oficiales encontraron 149 paquetes en forma de ladrillo, todos con la misma sustancia: cocaína. Las pruebas químicas confirmaron lo evidente.
"Nuestros oficiales han vuelto a demostrar su compromiso con la seguridad fronteriza en el Caribe", declaró Roberto Vaquero, director de Operaciones de Campo para Puerto Rico e Islas Vírgenes Estadounidenses. "Cada kilo incautado equivale a vidas rescatadas del flagelo del narcotráfico".
El cargamento, con un peso total de 165 kilogramos (365 libras), tiene un valor estimado en el mercado negro de más de 4 millones de dólares. Aunque el destino final no fue revelado, la ruta sugiere que el narcótico estaba dirigido hacia territorio continental estadounidense.
Este golpe no es un caso aislado. En los últimos meses, la CBP ha intensificado operativos en puertos del Caribe, donde el tráfico de drogas aprovecha rutas marítimas para evadir controles terrestres. La táctica de ocultar droga entre carga legal sigue siendo recurrente, pero cada vez más riesgosa para los carteles.
La incautación ya forma parte de las estadísticas, pero también deja preguntas: ¿qué organización intentó mover esta partida? ¿Había destinatarios específicos en suelo estadounidense? Las investigaciones continúan, aunque las autoridades prefieren no adelantar detalles para no comprometer procesos en curso.