Los enfrentamientos entre grupos criminales han generado una espiral de muertes y desapariciones, creando un clima de tensión palpable.
El gobernador Rubén Rocha Moya confirmó la renuncia de Gerardo Mérida como secretario de Seguridad Pública del estado. Esta decisión, anunciada este sábado, llega en un momento crítico, precediendo la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Sinaloa. La visita de la mandataria está programada para este domingo, donde presidirá una reunión de la Mesa de Seguridad para abordar la crisis.
La renuncia de Mérida se produce tras un periodo de más de 100 días donde se han registrado más de 600 asesinatos y 700 desapariciones, según datos de la fiscalía estatal. Este conflicto se atribuye a la guerra entre las facciones de los grupos criminales ligados al Cártel de Sinaloa, que luchan por el control del territorio tras el encarcelamiento en Estados Unidos de sus líderes. El gobierno de Estados Unidos señala al Cártel de Sinaloa como el principal productor de fentanilo ilegal en México.
El hecho también se da después del asesinato de Halexy Guadalupe, miembro del equipo investigador de la estrategia contra el crimen, ocurrido el miércoles pasado en Culiacán. Este suceso añade una capa de complejidad a la ya tensa situación del estado.
Se rumorea que el general Óscar Rentería, quien ha comandado zonas militares en Michoacán y Ciudad de México, asumirá el cargo. Su experiencia en zonas con alta conflictividad lo coloca como un posible candidato para liderar la estrategia de seguridad en Sinaloa. "Se espera que su nombramiento brinde un nuevo enfoque en la lucha contra la violencia", afirman fuentes gubernamentales.
El contexto de esta renuncia y los sucesos que la rodean se enmarcan dentro de la alarmante realidad de la violencia en México. Desde 2006, más de 450,000 personas han sido asesinadas y cerca de 100,000 han desaparecido en el país, cifras que reflejan la magnitud del problema que enfrenta la nación.
El incidente con el dron que causó la explosión de un vehículo en las afueras de Culiacán la noche del lunes, revela la sofisticación de las tácticas empleadas por los grupos criminales en sus confrontaciones.