Recientemente, la Secretaria de Gobernación (Segob), Rosa Icela Rodríguez, encabezó una reunión virtual de alto nivel con los gobernadores de los estados fronterizos: Samuel García (Nuevo León), Marina del Pilar Ávila (Baja California), Alfonso Durazo (Sonora), Américo Villarreal (Tamaulipas), y Manolo Jiménez (Coahuila). También participaron el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Arturo Medina Padilla, y otros funcionarios clave.
El encuentro, impulsado por la instrucción presidencial de "brindar atención integral a las personas migrantes", se enfocó en fortalecer la coordinación intergubernamental para una respuesta más eficiente y humanitaria al flujo migratorio. La reunión no se limitó a declaraciones generales; se concretaron acuerdos específicos para abordar la situación.
“Estamos trabajando de manera conjunta para abordar el fenómeno migratorio con enfoque humanitario y soluciones concretas que beneficien tanto a la población migrante como a las comunidades de la región fronteriza,” afirmó la titular de la Segob, resaltando el compromiso con una estrategia integral.
Entre los puntos clave acordados, destaca la instalación de 25 nuevos albergues en la franja fronteriza. Estos centros, con capacidad para albergar hasta 2,500 personas cada uno, ofrecerán alojamiento y atención a migrantes, con énfasis en aquellos que pudieran ser deportados a México. La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, recalcó la importancia del "trato humano y bienestar de los migrantes".
La iniciativa representa un esfuerzo conjunto entre el gobierno federal y los estados fronterizos, para ofrecer un apoyo concreto y digno a los migrantes en tránsito por el país. Se trata de una respuesta a la realidad migratoria, buscando un equilibrio entre la seguridad nacional y la protección de los derechos humanos de las personas en situación vulnerable.
Este programa de albergues forma parte de un plan más amplio que busca mejorar la atención y el apoyo a la población migrante, reflejando un compromiso con una política migratoria más humana y eficiente.