La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCdMx) ha anunciado un proyecto trascendental: la creación de la Unidad de Investigación del Delito de Transfeminicidio. Este hecho, que podría pasar desapercibido para muchos, representa un cambio significativo en la forma en que se aborda la violencia contra la comunidad trans en México.
Según datos alarmantes de la Asamblea Nacional Trans No Binarie y el colectivo Transcontingenta, al menos 50 mujeres trans fueron víctimas de feminicidio en México hasta septiembre de 2024. Estas cifras, que superan las reportadas en años anteriores por organizaciones como Letra S (43 casos en 2023, representando el 65% de las muertes violentas contra personas LGBTIQ+), pintan un panorama desolador que ha llamado la atención incluso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), considerando a México como el segundo país con mayor número de transfeminicidios en Latinoamérica.
Pero, ¿qué hace única a esta nueva unidad? Se basará en el Protocolo de Investigación del Delito de Feminicidio, pero con un enfoque crucial: el respeto absoluto a la identidad y expresión de género de las víctimas. Esto implica un cambio radical en las prácticas, eliminando la exigencia de documentos que acrediten cambios legales de nombre o género, o intervenciones médicas, para el reconocimiento de su identidad. El personal ministerial y la Policía de Investigación (PDI) recibirán una capacitación exhaustiva.
La formación incluirá:
- Uso de lenguaje inclusivo.
- Prevención de estereotipos negativos hacia las personas trans.
- Colaboración con expertos de la comunidad trans para identificar elementos de transfobia, transmisoginia y violencia institucional.
La unidad no sólo investigará, sino que también se enfocará en la prevención, buscando evitar la reproducción de estereotipos y prejuicios dentro del sistema de justicia. Se trata de un enfoque integral, que busca procesar las escenas del crimen con una perspectiva de género para identificar pruebas que evidencien violencia por prejuicio. El objetivo final: garantizar la debida diligencia en la investigación de crímenes de odio.
La creación de esta unidad es un paso significativo, un intento por contrarrestar la violencia estructural que afecta a una de las poblaciones más vulnerables de México. Representa una apuesta por la justicia, el respeto a los derechos humanos y la búsqueda de una sociedad más inclusiva e igualitaria. Es un inicio, un punto en el camino hacia un futuro donde la violencia contra las personas trans sea un capítulo doloroso del pasado.