La clave está en la moderación, y saber quién debe disfrutar de un vaso y quién debe abstenerse. Para un adulto, 1 o 2 vasos pequeños (200-300 ml) al día, siempre que el ponche no esté sobrecargado de azúcar adicional, se considera una porción razonable. Los niños, en cambio, con un vaso pequeño (150-200 ml), pueden disfrutar de sus beneficios sin riesgos.
Sin embargo, existen grupos específicos que deben ser cautos con su consumo, incluso evitarlo completamente:
- Personas con diabetes o resistencia a la insulina: El ponche, incluso sin azúcar añadida, contiene azúcares naturales que afectan los niveles de glucosa. Se recomienda una versión sin endulzantes o con alternativas como la stevia.
- Quienes padecen obesidad o sobrepeso: Sus calorías pueden contribuir al exceso diario, sobre todo si se acompaña de otros platillos festivos ricos en carbohidratos o grasas. Una porción más pequeña es la mejor opción.
- Pacientes con enfermedades renales: El tejocote y la guayaba contienen potasio, que puede ser perjudicial en exceso para los riñones. La consulta médica previa es fundamental.
- Niños pequeños y bebés: El ponche no es adecuado para menores de un año debido a su contenido de azúcar, especias y posibles ingredientes difíciles de digerir. Para niños pequeños, se recomienda una versión muy diluida y sin azúcar añadida.
- Personas con gastritis o problemas digestivos: Las especias (clavo, canela) y la acidez de algunos ingredientes pueden irritar el estómago. Se recomienda evitarlo o consumirlo con mucha moderación.
- Quienes consumen medicamentos específicos: Algunas especias pueden interactuar con anticoagulantes. Si el ponche lleva alcohol, también puede ser contraproducente para ciertos tratamientos.
“Si formas parte de alguno de estos grupos, no significa que debas renunciar al espíritu navideño,” Recuerda que existen alternativas saludables: preparaciones sin azúcar, diluir el ponche con más agua, consumir más fruta que líquido, o eliminar ingredientes irritantes.
En definitiva, el ponche puede ser una fuente natural de vitaminas y antioxidantes, pero su consumo responsable es clave para disfrutar de sus bondades sin comprometer la salud. La clave está en la preparación y la moderación.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest