Esto representa un incremento significativo respecto al año anterior, superando los registros previos en más de 254 millones de pesos. Un impacto que beneficia a 18,858 negocios de la capital, abarcando desde microempresas hasta grandes compañías.
El desglose es interesante: 17,522 microempresas, 685 pequeñas, 301 medianas y 350 grandes negocios se vieron impulsados por la celebración. Los sectores más favorecidos incluyen:
- Fabricación de juguetes, bicicletas y triciclos.
- Tiendas departamentales.
- Panaderías.
- Comercio de artículos electrónicos y celulares.
En el corazón de la celebración, en el Zócalo capitalino, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, encabezó el corte de una "mega rosca" monumental. Una estructura de 400 metros lineales, elaborada con "6 mil 200 kilos de harina, 800 kilos de mantequilla, 18 mil 200 huevos, 750 litros de leche..." y una variedad de ingredientes que incluían higos y ate. Un esfuerzo titánico de 1,450 panaderos pertenecientes a la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México.
La iniciativa no se limitó al Zócalo. Se distribuyeron 900 roscas adicionales en las 16 alcaldías, junto con 10,000 lechitas, juguetes y diversas actividades culturales como teatro, danza y música. Más de 15,000 juguetes, cuidadosamente seleccionados para promover la creatividad y la imaginación de los niños, fueron parte del evento, con un énfasis especial en la perspectiva de género, evitando estereotipos.
La "mega rosca" del Zócalo incluyó también 20,000 cuadritos de leche tetrapack, donados por la Secretaría de Desarrollo Económico y FEMSA, acompañando el dulce festejo. Un evento que, más allá de la tradición, muestra el impacto económico y social de las festividades en la capital mexicana.