Recientemente, en las inmediaciones de la localidad de La Cuesta, Topolobampo, se registró un operativo de gran envergadura. La colaboración entre la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General de la República (FGR), resultó en un golpe significativo contra el narcotráfico.
Fue un patrullaje aéreo el que permitió la localización de una instalación clandestina de grandes dimensiones: aproximadamente 7,500 metros cuadrados, un espacio considerable dedicado a la producción de drogas sintéticas.
Tras el descubrimiento, se desplegó un operativo terrestre que culminó con la neutralización del laboratorio. El hallazgo incluyó una cantidad impresionante de material: 200 kilogramos de droga sintética ya procesada, preparada para su distribución. Además, se incautaron 700 litros de producto en proceso de elaboración, 3,650 litros y 209 kilogramos de precursores químicos, ingredientes esenciales en la fabricación de estas sustancias.
La sofisticada infraestructura del laboratorio llamó la atención de las autoridades. Se encontraron diversos equipos especializados, entre ellos: “tres reactores de acero inoxidable, destiladores, centrifugadoras, tinas, tanques de gas, bombas de agua sumergibles, motobombas y bidones de diversas capacidades empleados para la elaboración de drogas sintéticas”.
Este decomiso representa un duro golpe a las organizaciones criminales que operan en la región, afectando sus operaciones y recursos. El trabajo conjunto entre las diferentes fuerzas federales resalta la importancia de la coordinación interinstitucional en la lucha contra el narcotráfico en México. La magnitud del operativo y los materiales asegurados subrayan la complejidad del desafío.